¿Qué hacer cuando pierdes la motivación para entrenar? 6 estrategias que si funcionan

Todos, en algún momento, comenzamos a entrenar con una motivación increíble, creyendo que esa energía inicial será eterna. Pero con el paso de las semanas, esa chispa comienza a apagarse. ¿Te ha pasado?

Perder la motivación es más común de lo que crees. Y no tiene nada que ver con que seas “floja” o “inconstante”. Tiene que ver con factores reales que nos afectan en el día a día:

• No ves resultados rápidos

• No te crees merecedora de un buen estado físico o bienestar

• Te rodeas de personas que no te apoyan o incluso te critican

• Tienes la sensación de que no hay tiempo

• Sientes vergüenza de entrenar por baja autoestima

• No sabes exactamente qué hacer ni cómo empezar

Y la lista podría seguir… Como entrenadora, he visto estas razones repetirse una y otra vez. Por eso quiero ayudarte a romper con esos bloqueos y recuperar el impulso, con herramientas que sí funcionan en la vida real.

Aquí te comparto algunas claves que pueden ayudarte a volver a conectar con tu entrenamiento y mantenerte disciplinada, incluso cuando la motivación no esté presente:

1. Cambia la forma en la que mides tu progreso

No te enfoques solo en el número que dice la báscula. ¿Cómo te sientes? ¿Tienes más energía? ¿Duermes mejor? ¿Puedes hacer movimientos que antes no? ¿Has notado que tu nivel de estrés ha bajado?
El progreso físico es importante, sí, pero no es lo único. El verdadero cambio se nota en cómo vives tu día a día.

2. Reprograma tus pensamientos

Tu cuerpo merece estar saludable y activo. Si comenzaste a entrenar es porque en algún momento deseaste ese cambio positivo. Así que cuando aparezcan pensamientos autodestructivos, no los ignores: reemplázalos.

Repite frases que te empoderen como:

• “Yo puedo con esto y más.”

• “Me gusta cuidarme, esto es parte de mi estilo de vida.”

• “Soy fuerte, soy constante.”

No se trata de mentirte, sino de recordarte tu propósito. Tus palabras crean tu realidad.

3. Rodéate de apoyo, no de presión

Tu entorno tiene un gran poder. A veces la desmotivación viene de escuchar constantemente críticas, comparaciones o comentarios que te hacen dudar de ti misma.
Crea un ambiente que te nutra:

• Sigue cuentas en redes sociales que te inspiren.

• Comparte tus avances con personas que te animen.

• Pon límites a quienes te desvíen o minimicen tus esfuerzos.

Y sí, está bien decir “NO” cuando algo se interpone con tu bienestar.

4. Organízate con intención

No se trata de encontrar el tiempo, sino de hacerlo. Una vez a la semana, siéntate y revisa tu agenda. Bloquea ese espacio para ti. Entrenar debe estar en tu top 3 de prioridades, junto con descansar y comer bien.
La constancia nace de la organización.

5. Supera el miedo a ser vista o juzgada

Muchas personas sienten miedo de entrenar porque creen que “no saben hacerlo” o “se van a ver mal”. Esto es completamente normal al inicio.
Comienza desde donde te sientas cómoda: en casa, con videos, con rutinas simples. A medida que repites los movimientos y comienzas a sentir los beneficios, tu cuerpo aprenderá y tu mente también.
Lo que hoy te da miedo, mañana te dará confianza.

6. No sabes por dónde empezar? No tienes que hacerlo sola

A veces la falta de motivación es simplemente falta de dirección.
Consulta con una profesional (¡hola! 🙋🏽‍♀️), únete a clases grupales, sigue una guía estructurada o prueba alguno de mis retos para entrenar desde casa.
Tener un plan claro y un acompañamiento puede marcar la diferencia entre rendirte… o seguir avanzando con claridad.

En resumen: la motivación viene y va, pero la disciplina —esa que nace de cuidar de ti misma, incluso cuando no tienes ganas— es la que te lleva a la meta. Entrenar no es una obligación, es un acto de amor propio.

Confía en ti. Estás más cerca de lo que crees.

¿Quieres que te ayude a crear una rutina que se adapte a tu ritmo de vida? Escríbeme. Estoy aquí para ayudarte a moverte con propósito y a construir una vida más activa y feliz.